lunes, 17 de septiembre de 2012

Participación ciudadana de la Juventud.


En esta primer entrada, voy a postear una exposición que se realizo en el parlamento juvenil del cual soy miembro junto a 7 integrantes mas, donde se debatió el tema ''Participación Ciudadana'' en el consejo deliberante de mi ciudad junto a diferentes escuelas de la zona.

[Se decidió elegir el tema “Nuevas formas de participación ciudadana” porque luego de haber leído los casos a tratar, nos sentimos muy cercanos a esa realidad, todos los que estábamos debatiendo, y además creímos que es algo para charlarlo mucho. Ya que hay mucha gente, sin importar la edad, que todavía piensa “a los adolescentes no les interesa la política” o “solo piensan en ellos mismos”, entre otras cosas. Y no. La situación cambió en el último tiempo. Muchos nos sentimos sujetos de cambio y llevamos la bandera de la igualdad, el respeto, la tolerancia y sobre todo la solidaridad.
El caso de Amancay nos genera inquietud y ganas de dar a luz las desigualdades que se generan en la sociedad, por ser de diferente nacionalidad, y en este caso se suma que el origen de Amancay es aborigen. Día a día, vemos muchos casos de discriminación, por ser de diferente clase social, país de origen, sexo y/o elección sexual, gustos personales, etc. En nuestra Latinoamérica y, por ende en nuestro país, hay una marcada discriminación hacia los pueblos originarios, secuelas que aun quedan desde el colonialismo europeo, el cual sigue presente hoy en día debido al imperialismo informal y a la alienación cultural en la que vivimos…

Pero…
¿Por qué se sigue discriminando por ser diferente?  ¿Por qué no incluir? 

Sobre este tipo de cuestiones nos centramos hoy, en este debate. 

En los últimos años se ha podido apreciar como los pueblos originarios han tomado parte, y se han organizado para articular sus luchas y dar a conocer sus derechos y reclamos. Por lo que es necesario que desde las instituciones públicas se les brinden también los espacios para ser, para ser como quieren ser, para que no se los excluya por ser diferentes, por tener valores culturales, o visiones del mundo y de la sociedad distintas a las del mundo occidental que compartimos nosotros. Aunque el tema sería mucho más amplio, y como se ve en el ejemplo, la constitución nacional no está enteramente preparada para integrar y comprender la diversidad cultural que se está demostrando en el último tiempo. Y por otro lado, s
iendo que somos seres sociales, que viven relacionándose con otras personas, el ser humano a veces tiende a separar lo que es diferente a él, sectorizar, discriminar.
También para articular con el caso del chico punk, que tenía ideas anarquistas y no reconocía a la bandera nacional como símbolo. Él propone como tantos otros anarquistas, que no haya banderas, fronteras, ni patriotismos que dividan a las personas, que somos todos hijos de la Tierra.  Por esta razón está en contra de la bandera. Ésta forma de pensar, la Escuela (como institución y el Consejo de Profesores, no la respetan, en cambio dicen que “debe cumplir decir pautas”. Por lo que de nuevo nos planteamos… ¿En qué medida, las instituciones y las personas que las integran aceptan la diversidad y la libertad de pensamiento y expresión?
Sin duda la actitud del joven punk, y de Amancay muestran una nueva forma de participación política, donde solo es necesario, para pelear por una causa, mostrarte tal cual sos y actuar tal cual pensas y sentís. Algo que rompe con todo lo que la Escuela, y otras instituciones estatales como la Constitución, las leyes y otras establecidas por la misma sociedad a lo largo del tiempo. Ya que cada joven, siente que puede ser como es, sin importarle como se lo juzga, todo lo contrario incluso organizando campañas o marchas para defender su derecho a ser libre. 

Creemos que ésta juventud tiene una tarea, la tarea de replantearse qué somos como seres humanos, la tarea de igualar y aceptar a pesar de las diferencias, la tarea de vivir en comunidad, respetando, aprendiendo el uno del otro, enriquecerse de cada cultura y darle voz a cada individuo que sienta la necesidad de expresar lo que piensa y siente. Por lo que charlando, debatiendo, compartiendo experiencias y puntos de vista, las personas se pueden entender y tolerar. Eso es lo que defendemos hoy en día. A eso apuntamos las nuevas formas de participación política, a esa búsqueda, a la construcción de un mundo nuevo, “un mundo donde quepan muchos mundos” como dijo el Sub Comandante Marcos. Un mundo donde se respeten las opiniones de todos, y las respalde la sociedad entera (o en su defecto, la mayoría). Por éstas formas de participación tenemos que apostar como juventud, por escucharnos y respetarnos más que nada, por ahí viene el cambio de paradigmas y el “romper” con lo establecido hace años. Así que jóvenes: a debatir!
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